El doctor Luis Rafael Ramos tras la ponencia que ha presentado en el VII Congreso Oncológico en Benavente señala que hay razones para el optimismo en cuanto al cáncer primario de huesos, de los que en Castilla y león se diagnostican 25 al año, ya que el 70% de los enfermos sobreviven a los cinco años y se ha eliminado la cirugía agresiva en un 90% de los casos, si bien es la tercera causa de muerte en menores de 20 años.

-¿Qué es un cáncer óseo y, concretamente, qué es un cáncer primario?

-En primer lugar habría que distinguir entre las palabras tumor y cáncer. Bajo el término «tumor» se engloban todos los crecimientos anómalos y descontrolados de células, benignos y malignos, mientras que el término «cáncer» se refiere específicamente a los tumores malignos. Un cáncer óseo, por lo tanto, es un tumor maligno que afecta al hueso y éste puede verse afectado porque nace en él o porque se extiende a él desde un órgano distante. En el primer caso hablaríamos de cáncer primario y en el segundo de metástasis ósea. Un cáncer óseo primario es un tumor maligno que nace de uno de los diferentes tejidos que hay en el hueso y también se le puede denominar como «sarcoma».

-¿Qué incidencia tiene el cáncer de los huesos dentro de todos los tumores?

-Si nos referimos al cáncer óseo primario y excluimos al mieloma múltiple, que se comporta de manera diferente a los sarcomas, su incidencia es baja con respecto a todos los cánceres. Se estima que menos del 0,5% del total se originan en el hueso. Se diagnostica aproximadamente un nuevo cáncer óseo cada año por cada 100.000 habitantes. Es decir, en la población de Castilla y León, de unos 2.500.000 habitantes, se diagnostican unos 25 casos nuevos anualmente. Muchos afectan a pacientes jóvenes y, desgraciadamente, no todos se curan. De hecho, en España el cáncer óseo es la tercera causa de muerte de la población menor de 20 años, siguiendo a las leucemias y a los tumores del cerebro. El mieloma múltiple, que, como dije antes, también es un cáncer óseo, tiene una incidencia de unos 4 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y año, mientras que las metástasis óseas, son mucho más frecuentes.

-¿Cómo se manifiesta un cáncer en los huesos?

-Los síntomas de un cáncer óseo son totalmente inespecíficos, aunque no suele faltar el dolor, que suele mostrar unas particularidades que lo hacen diferente al que es consecutivo a, por ejemplo, un golpe. Es un dolor que va aumentando en intensidad, que es continuo y no cede con el reposo ni durante el descanso nocturno, y puede incluso llegar a despertar al paciente. Otras veces se manifiesta en forma de un bulto o se diagnostica casualmente al hacer una radiografía por otro motivo. También a partir de alguna complicación, como puede ser una fractura o por la compresión de un órgano vecino.

-¿Es importante el diagnóstico precoz?

-Por supuesto, para comenzar cuanto antes el tratamiento. Esto no siempre es fácil, máxime teniendo en cuenta lo poco frecuente y las diferentes formas de presentación de la enfermedad. En ocasiones no da síntomas iniciales o no se manifiesta de forma clara, pudiéndose confundir con otra lesión incluso en manos expertas. La sospecha suele partir de un dolor anormal, un bulto en un miembro en un paciente de una edad determinada o de una imagen radiográfica. Es importante decir que la radiografía simple sigue siendo la exploración de imagen fundamental para la sospecha y la aproximación diagnóstica de un cáncer óseo, más que otras pruebas de imagen más sofisticadas.

-¿Qué hay que hacer cuando se sospecha un cáncer óseo?

-Sin ninguna duda, derivar sin tardanza al paciente a un Centro especializado. Antes, desde luego, de realizar una biopsia, que debe considerarse el primer procedimiento terapéutico de la enfermedad y que tiene una importancia capital, teniendo en cuenta que condiciona el tratamiento y el pronóstico de la enfermedad.

-¿Hay una razón para la esperanza para los enfermos?

-Por supuesto. Hace unos 30 años la mayoría de los pacientes con cáncer en los huesos eran amputados y, a pesar de ello, la mayoría fallecían. En la actualidad la mayoría salvan sus extremidades y sobreviven. Se calcula que cerca del 90% de los pacientes con cáncer óseo se benefician de técnicas de salvamento de los miembros y que aproximadamente un 70% sobreviven a los 5 años, aunque en función de la naturaleza y tipo de cáncer, que varía mucho de unos a otros. Los motivos han sido muchos. Ha mejorado el conocimiento de la biología del tumor, los tratamientos complementarios como la quimioterapia y la radioterapia, la tecnología de la imagen, los métodos quirúrgicos y los diseños y modelos protésicos; se han desarrollado los Bancos de Tejidos; y el personal sanitario ha ido tomando conciencia de la importancia de la existencia de Unidades y Centros de Referencia para remitir y tratar allí a los pacientes. Es seguro que los ya buenos resultados actuales sigan mejorando y esto es una esperanzadora noticia para todos.

-¿Por dónde van las líneas de tratamiento en la actualidad?

-Por mejorar la eficacia y seguridad de la quimioterapia y radioterapia, por el perfeccionamiento de las técnicas quirúrgicas y de los implantes, por la investigación de nuevas líneas terapéuticas como puede ser la terapia génica y sin olvidarnos de la mayor formación de los profesionales y de la educación a la población.

-¿Qué hay sobre investigación?

-La investigación es fundamental para el desarrollo de cualquier especialidad médica, y en el tema que tratamos no es menos. Además de las investigaciones clínicas hay otras básicas y experimentales de más trascendencia, como pueden ser las que se llevan a cabo en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, donde el doctor Enrique de Álava es un referente mundial en el sarcoma de Ewing, el cáncer óseo primario más frecuente de la infancia.

-¿Hay alguna forma de prevenir un cáncer en los huesos?

-Teniendo en cuenta que no hay una causa directa demostrada que lo provoque, como puede ser el tabaco en el caso del cáncer de pulmón, no hay nada, que se pueda hacer por evitarlo. No obstante, considerando que la mayoría de los cánceres tienen alteraciones cromosómicas en sus células, algunos con translocaciones típicas como en el caso del sarcoma de Ewing, la prevención tendrá que atender a este aspecto. Los esfuerzos de los clínicos deberán continuar centrados en promover el diagnóstico precoz y realizar los tratamientos adecuados en Unidades específicas; con la participación de todos para transmitir conocimientos sobre la enfermedad que redunden en beneficio de la población. En este sentido este Congreso es una iniciativa a destacar.

48 años, Salamanca

Licenciado por la Univeridad de Salamanca, realizó el MIR en el Hospital Clínico de esa ciudad y desde el año 2006 es Jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Complejo Asistencial Universitario de León. Responsable de la Unidad de Tumores Músculo-Esqueléticos del Complejo Asistencial Universitario de León. Presidente de la Sociedad Castellano-Leonesa-Cántabro-Riojana de Traumatología y Ortopedia.