La Feria del Pimiento y Productos de la Tierra que se clausuró ayer en Benavente ha superado todas las expectativas de ventas alcanzando éstas los 50.000 kilos de producto, en un año que «a priori» no se presentaba con unas perspectivas muy halagüeñas por la escasez de la cosecha.

Durante la mañana de ayer domingo la Plaza Mayor se mostraba repleta de compradores que consiguieron agotar las existencias de varios de los puestos, mientras que el resto fueron terminado el morrón a lo largo de la tarde y abandonando paulatinamente el Recinto Ferial..

José Carlos Furones Prieto, presidente de la Asociación de Hortelanos Valles de Benavente, «Ahurvabe», se mostraba por ello muy satisfecho de cómo se ha desarrollado el evento en esta su decimosexta edición.

No solamente mostraba su optimismo por la presencia de compradores y público en general y por el volumen de las ventas conseguido, sino también por la colaboración que han encontrado en la CEOE CEPYME y en el Parador Nacional «Fernando II» de Benavente. «No sólo nos ayudan en la organización de esta feria cada año, sino que también tenemos en la Organización de Empresarios apoyo y asesoramiento en todo lo que se refiere a la tramitación del consejo regulador y todo cuanto necesitamos» afirmó Furones.

La satisfacción se podía ver en todos los hortelanos, muchos de los cuales en la tarde del sábado tuvieron que volver a las huertas para reponer los pimientos ya que habían vendido la mayor parte de los pimientos, principalmente los de primera categoría que se vendió a 1,50 euros el kilo.

Una de las productoras Manoli Furones Díez, de Micereces de Tera, calificaba el paso por la feria como muy positivo, «la feria se nos ha dado muy bien, no sólo por lo que hemos vendido, que en nuestro caso han sido más de dos mil kilos de pimientos, sino también porque esta feria es un escaparate para dar a conocer los productos ya que vienen muchos visitantes que después saben donde estamos y puede ir a comprar más en el propio pueblo, de hecho ya hemos vendido casi toda la producción en las tierras», afirmó la vendedora.

En el mismo sentido se expresaban los demás productores, añadiendo que a la vez que los morrones venden una cantidad importante de otros productos de la huerta como han sido cebollas, tomates, ajos y legumbres. Por otra parte, el precio que se establece de forma conjunta, para acudir a este certamen es superior al que consiguen de forma individual, «el precio es algo superior también porque para venir aquí seleccionamos más el producto», señalaba una vendedora.

Por lo que se refiere a los compradores, en la jornada de ayer la afluencia más masiva tenía lugar a última hora de la mañana, superando a la de días anteriores. La mayoría de ellos podían verse con bolsas de más de diez kilos de pimientos y muchos también con sacos.

Al igual que en la jornada del sábado, la procedencia de estos compradores era de diferentes puntos de la provincia y de otras ciudades de la Comunidad.

Esta Feria se ha convertido, poco a poco, en una cita obligada para los consumidores que conocen la calidad de los pimientos de los Valles de Benavente.

«No es que sean muy baratos, aunque no ha subido el precio en los últimos años, pero sabemos que son muy buenos, venimos cada año a comprarlos a esta feria porque los asamos, los embotamos y tenemos para todo el año, venimos de Valladolid desde hace ya cuatro años». Así se expresaba una compradora, que añadió «nosotros hemos venido con el coche, pero conocemos a gente que viene en autocares desde hace ya algunos años a comprar los pimientos».

La XVI edición de la Feria del Pimiento y Productos de la Tierra se clausuró a las nueve de la tarde de ayer, si bien muchos de los puestos ya estaba sin producto. El evento, que había sido inaugurado el pasado viernes por el Director General de Política Agraria y Comunitaria de la Junta de Castilla y León, Juan Pedro Medina Rebollo, se presentaba con la ilusión de tener ya próxima la creación del Consejo Regulador y la Indicación Geográfica Protegida, pero con el lado negativo de una cosecha, la de este año, con una producción sensiblemente inferior a la de años pasados.

Las condiciones meteorológicas adversas que se han dado este verano, con elevadas temperaturas durante el mes de agosto, ocasionaron que la cosecha descendiera en alrededor de un 50%. Por ello los hortelanos han procurado mantener por más tiempo el fruto en la mata para poder acudir a esta feria con suficiente cantidad de producto.

Abrir nuevos mercado y aumentar la producción es el objetivo que se marcan en «Ahurvabe» a partir de la consecución de la IGP.