Un estudio realizado por Dornier, la empresa concesionaria de la Zona Azul y del parking subterráneo de la Mota a través de la empresa Ferrovial, considera inviable la construcción y explotación de un segundo aparcamiento en Benavente debido a la limitación de la demanda. Así se lo comunicó personal de la empresa al equipo de Gobierno hace dos años, según confirmaron ayer fuentes municipales a este periódico. El estudio venía a determinar que la escasez de demanda desaconsejaba sobradamente la ejecución de una nueva infraestructura de este tipo, de la que no se obtendrían beneficios. Dicho de otra manera, los números no salían de ninguna forma.

El equipo de Gobierno, que en su programa electoral se había comprometido a construir un aparcamiento subterráneo en esta zona, da por descartado oficiosamente el proyecto y recuerda que, aparte de este estudio, la explotación del parking subterráneo de la Mota está desde hace tiempo muy lejos de cumplir las expectativas. En esta infraestructura la demanda se limita a periodos festivos, a fines de semana y a algunos momentos del verano. El resto del año la demanda de la primera planta se cubre con el alquiler de plazas a los residentes y solo cuando es necesario se abre la segunda. La demanda es tan corta que la recaudación «no da ni para mantener un vigilante nocturno», explicaron las mismas fuentes.

La posibilidad de promover la construcción de un segundo aparcamiento en Benavente fue un asunto tratado en la última comisión de Seguridad Ciudadana fuera del orden del día. A raíz de los problemas circulatorios que tiene Benavente los miembros de la Comisión se refirieron a la necesidad de un parking y extraoficialmente el equipo de Gobierno informó a la oposición del resultado del estudio realizado por la concesionaria.

Oficialmente, según precisaron las fuentes municipales consultadas, «no se puede decir que se haya descartado» que se pueda promover esta infraestructura en el futuro. En cualquier caso no parece que esta sea una actuación que vaya a ver la luz al menos hasta que «pase la crisis, aumente la demanda y salgan las cuentas».