La Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento benaventano promovió ayer un curso de ocho horas de duración sobre soporte vital básico y utilización de desfibriladores entre socorristas de las piscinas, personal de los pabellones deportivos y entre empleados municipales de las áreas de ferias y espectáculos.

El curso, que se desarrolló en horario de mañana y tarde, se centró en las paradas cardio-respiratorias (PCR), una interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible de las funciones respiratorias y circulatorias de una persona.

La Concejalía, según anunció el lunes en la Comisión Informativa de Sanidad, prevé adquirir tres desfibriladores portátiles que estarán ubicados en las Piscinas Municipales, en el Pabellón de la Rosaleda y en el Teatro Reina Sofía, y dada su portabilidad podrán ser utilizados en otros eventos como la FEMAG o acontecimientos similares.

La parada cardio-respiratoria (PCR) súbita constituye un problema frecuente que sólo en España registra 24.500 casos cada año. El 60% de ellos ocurre ante testigos y las posibilidades de que las víctimas sobrevivan depende de estas personas. Hay distintos estudios que indican que si todo el mundo supiera qué hacer ante una PCR se llegarían a recuperar un 40-45% de los afectados frente al 5% que en la actualidad logra sobrevivir.

Para ayudar a actuar correctamente en casos de PCR se han intentado sistematizar de forma muy simple los pasos a seguir. Fundamentalmente hay que actuar de forma rápida y ordenada.

Hasta un 85% de las paradas cardiacas se deben a un trastorno del ritmo cardiaco llamado fibrilación ventricular que se caracteriza por una activación anárquica de las fibras cardiacas. En estos casos es posible recuperar la actividad normal del corazón si se utiliza un impulso eléctrico. En esto consiste la desfibrilación. Esta técnica es posible realizarla en cualquier lugar y por personal mínimamente entrenado utilizando los modernos Desfibriladores Semiautomáticos (DESA) cuya presencia afortunadamente comienza a generalizarse.