La llegada en la mañana de ayer de un grupo de jóvenes provistos de picos y palas no pasó desapercibida para los vecinos de Bercianos de Vidriales. Algunos de ellos ya sabían que una veintena de jóvenes, procedentes de varias provincias del pais, se iba a dedicar a realizar tareas de restauración del antiguo potro de herrar.

Provistos delas herramientas, los componentes del segundo turno del campo de trabajo promovido por el Ayuntamiento de Santibáñez con la financiación de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, comenzaron su conocimiento del entorno con la limpieza de la zona inmediata donde se encuentra la estructura de madera que hasta hace unos años servía para herrar vacas y bueyes. Al igual que el primer turno del campo de trabajo cumplió con su cometido, acondicionar el entorno y restauración del potro instalado en otra de las localidades del municipio, en la de Pozuelo, el grupo llegado a Bercianos continuaba con el proyecto iniciado hace quince días.

Los 19 jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y 17 años desarrollan el programa de actuación centrado en la restauración de la estructura de madera en avanzado estado de deterioro, aunque con un elenco de actividades con el fin de fomentar la convivencia, dirigidas por una coordinadora y dos monitores.

Desde el albergue municipal en Santibáñez, el grupo de jóvenes se dirige diariamente a Bercianos para llevar a cabo la restauración del potro. Procedentes de Burgos, Valladolid, Sevilla, Zaragoza, Avila, Murcia y Benavente, la mayoría participa por primera vez en este tipo de experiencia, aunque alguno repite como el vallisoletano Nacho. La abulense Isabel ha llegado a Santibáñez porque lo había hecho el pasado año su hermana y le gustó, según explicó ayer.