Vicente Díez Llamas, jefe de Protocolo y de Relaciones Externas de las Cortes, abrió anoche en la iglesia de Santa María del Azogue la Semana Santa benaventana evocando los valores «humildes y sinceros» de la Pasión local. Díez, que ya ofició de pregonero en el año 2003 en sustitución de su padre, el periodista Vicente Díez, destacó, en «vísperas de incienso y recuerdo y con el fulgor de los preparativos de última hora, de limpieza de enseres y pasos», la actitud «vivida y arraigada» del pueblo benaventano con su Pasión

La Semana Santa de Benavente «es humilde y sincera, devocional y sentida, vivida y arraigada entre su pueblo, digna y elegante en lo estético y emprendedora y real cuando mira hacia el futuro. Ese es el mensaje que os quiero transmitir», proclamó anoche Vicente Díez en su pregón inaugura de la Pasión benaventana después de expresar a la Junta Pro Semana Santa «mi felicitación y mi ánimo por el trabajo bien hecho, pero al que le quedan, estoy seguro, muchas metas por alcanzar».

Díez recordó «en este viernes santo sin fecha ni sitio en el calendario de la eternidad» su fortuita presencia como pregonero en el año 2003. «Comparezco ante vosotros por segunda vez, pero en esta ocasión en cartel principal pues hube de sustituir a mi padre (...) por enfermedad que tiempo después se llevaría a la radiotelevisión celestial de las alturas a ese hijo, también de esta, vuestra tierra, amantísimo pregonero de sus glorias como ya ocurrió hace más de una década en el pregón en honor a la madre y patrona de todos los benaventanos en el de las fiestas de la Veguilla donde el anunciado pregonero José Luis Alonso Coomonte se sintió indispuesto y Vicente Díez García sustituyó al genial artista pero grácil orador».

Díez elogió a «la más grande de todas las madres, que es también la más pequeña», la Virgen de la Vega, patrona de Benavente y, «aunque no sea Gloria ni tiempo de alegrías, sino de penitencia, reflexión y esperanza en la resurrección», tuvo también una referencia expresa para «otra madre indiscutible de la gran familia que Benavente es, la Virgen del Carmen». Entonces, tras recordar que en estos días la ciudad vive en «vísperas de incienso y recuerdo», enumero una por una todas las manifestaciones procesionales benaventanas jalonándolas de poemas y de evocaciones personales. Desde el Benavente transformado en «Jerusalén de fe y alborozo de palmas en la procesión del mismo nombre», pasando por «el lamento silencioso y magnífico» del Miércoles Santo y «la penitencia de pies descalzos y grandes cruces» de la mañana del Viernes, hasta «la imagen del nazareno que vuelve con la madre al templo» esa misma noche, Díez recorrió una por una todas las procesiones de la Semana Santa benaventana. «No me mueve, mi Dios, para quererte/ el cielo que me tienes prometido/ ni me mueve el infierno tan temido/ para dejar por eso de ofenderte», concluyó, recitando un soneto a Cristo Crucificado atribuido a San Francisco Javier. Seguidamente, la iglesia de Santa María se convirtió en escenario de un pequeño concierto de música de cámara.

Los actos de la Semana Santa de Benavente se reanudarán el viernes con la Ronda Lírico Pasional en la que participará la Asociación de Amigos de la Capa de Benavente, acompañados por las Damas de la Luz y de la Soledad. La concentración y salida será desde la Iglesia de Santa María del Azogue y finalizará en el Hospital de la Piedad. La Ronda estará acompañada de la Banda de Música y en cada estación se dará lectura a un breve relato y composición poética referente a la Pasión.