Los desprendimientos de tierras y piedras sobre los arcenes y cunetas de la carretera ZA-P-1511 de Benavente a Fuente Encalada obligan a moderar la circulación rodada. Los efectos del deshielo, rachas de viento y las últimas lluvias han provocado secuelas en la calzada sobre todo en los taludes existentes en el término de Arrabalde y los de Morales de Rey y Manganeses. Concretamente en el talud junto al río Eria en el término de Arrabalde la Guardia Civil procedió a acordonar la zona de desprendimientos ya que incluso grandes piedras llegaron a invadir la carretera.

Operarios del Area de carrreteras de la Diputación provincial han tenido que intervenir señalizando las áreas afectadas en previsión de riesgos para el tráfico rodado.

Esta carretera que viene discurriendo paralela al cauce del río Eria cruzándolo entre el término de Arrabalde y Villaferrueña es una de las vías de la comarca que presenta mayores secuelas a causa de los efectos de las últimas lluvias y el deshielo.

A lo desprendimientos de piedras y tierras se han sumado los arrastres de terrenos y de árboles sobre todo entre Morales de Rey y el término de Manganeses donde la proliferación de pinos se arrastran por la ladera hasta llegar a los arcenes de la carretera llegando incluso a peligrar el tendido del cableado telefónico. El desgaje de algunas ramas de los chopos que se encuentran plantados en las mismas inmediaciones de la calzada han caido también sobre la vía, llegando a tener que retirarlos algunos conductores como ha podido constatar este diario.

La presión de la corriente del agua ha hecho mella en la carretera en el punto kilométrico 31,500, en el término de Villageriz. Las aguas del arroyo del Real han llegado a socavar parte de la carretera dejando al descubierto las tuberías de las alcantarillas con grave peligro para la circulación. Precisamente entre esta localidad y la de Alcubilla, la carretera ha visto como se ha agravado el deterioro de su pavimento.