El "salto de la autovía" A-6 para desarrollar el polígono industrial "Benavente III" no dependerá sólo de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana. También está condicionado por las inundaciones en una parte de la superficie de suelo rústico que podría ser recalificada como industrial.

El equipo de Gobierno, que llevaba en su programa el salto de la A-6 y la modificación previa del PGOU y que se acerca al ecuador de su mandato con esta promesa intacta, está estudiando los efectos de los límites de las avenidas de cincuenta, cien y quinientos años, que llegan a converger en el norte y el sureste del sector que tenía previsto desarrollar.

La zona que el Ayuntamiento quiere recalificar posee más de doscientas hectáreas de superficie de las que son propietarios el Consistorio y cerca de setenta particulares. Buena parte de este terreno tiene la categoría de rústico común, pero otra zona no menos extensa tiene la categoría de suelo rústico con protección agropecuaria para regadío.

Los tres límites de las inundaciones históricas llegan a unirse formando una especie de Y con otra linea en medio. Si el Ayuntamiento opta por desarrollar todo el área que había barajado desde un principio tendría que recabar informes hidrológicos de la Confederación Hidrográfica del Duero y valorar posteriormente si entra en las zonas de inundabilidad de los 500 y los 100 años y si se acerca a la de 50 años. Si esta opción resultase viable, los efectos de la decisión repercutirían en la urbanización del polígono. Al igual que la estación depuradora de aguas residuales, enclavada en el pago de Cenvicos y a menos de cien metros del río Esla, sería necesario construir terraplenes de más de un metro de altura para los viales y la iniciativa privada tendría que hacer lo propio con las parcelas que quisiese desarrollar con posterioridad.

Esta situación no es excepcional y puede salvarse legalmente, según explica una fuente del Ayuntamiento. El caso de la depuradora de aguas residuales es un ejemplo, pero también ocurrió lo mismo en la urbanización del Parque Logístico de Benavente, sino por razones de inundabilidad del terreno, sí causas geológicas. Los viales se recrecieron y las parcelas resultantes tendrán que rellenarse a la misma altura de las calles que las circundan el día que la iniciativa privada las desarrolle.

La otra opción que baraja el equipo de Gobierno pasa por limitar el desarrollo del polígono industrial a la zona no afectada por el límite de las avenidas históricas.

Los técnicos municipales están trabajando en las dos opciones y en cómo repercutiría cada una de ellas en la extensión de suelo industrial que finalmente podría desarrollarse.

La intención del Grupo Popular pasaría con posterioridad por poner en marcha la modificación del Plan General de Ordenación Urbana. El proceso no sería tan lento como si el documento tuviese que redactarse desde cero, pero los cambios tendrían que superar una aprobación inicial, posteriormente la provisional y finalmente la definitiva. Todas las fases requieren que la modificación sea expuesta al público para que se puedan presentar alegaciones, que tendrían que ser estudiadas y contestadas. En el mejor de los casos, en este proceso se consumiría no menos de un año de tiempo.

El escollo de las zonas de inundabilidad que afectan al sector no hará cambiar la posición municipal, según aseguraron las mismas fuentes. El equipo de Gobierno seguirá adelante con su propósito de dar el salto a la margen derecha de la autovía para colocar en el mercado la mayor superficie de suelo industrial posible. Cómo financiará el proyecto de ejecución una vez que la modificación del Plan General se lo permita sigue sin decidirse de una manera definitiva, aunque el Grupo Popular parece ser proclive a utilizar el mismo modelo que aplicó en los dos anteriores polígonos.

Su intento de obtener dinero vendiendo varias parcelas municipales del "Benavente II" no ha cuajado. Sigue siendo el propietario de este suelo, cuyo precio de venta se redujo sensiblemente tras quedar desierto el concurso por primera vez. En una de estas parcelas ahora la Diputación financiará un vivero de empresas.