Tortilla de patata, champiñones, jamón, oreja, patatas bravas o al alioli, mejillones picantes o "tigres", queso, éstas son algunas de las tapas que durante estos días de agosto saborean no sólo los benaventanos que permanecen en la ciudad a lo largo de todo el año, sino el gran número de veraneantes que tienen sus raíces en la zona y que aprovechan sus vacaciones veraniegas para acercarse hasta la comarca.

También crece el número de turistas que viene a la ciudad por motivos gastronómicos y más en verano. El pasado mes de junio lo hicieron 134 personas de las 559 que pasaron por la Oficina de Turismo. Otros que se acercan mucho a los bares son los vecinos de las localidades de alrededor de Benavente.

A diferencia de otras épocas del año en que hay determinadas horas para seguir "la ruta de las tapas", durante el mes de agosto los diferentes bares reciben la afluencia de veraneantes y turistas desde que abren las puertas de sus establecimientos (hacía las once de la mañana) hasta que cierran. Contrasta con lo que ocurre el resto del año, en que las horas para ir de tapeo son a partir de la una de la tarde, a partir de las siete y a las doce de la noche, y sólo fines de semana. En agosto se trata de una costumbre que se repite todos los días y según señalan los propietarios de los bares «a todas horas».

Los usuarios del tapeo son pertenecen a todo tipo de edades ya que durante estos días «sale todo el mundo». Van hombres y mujeres por igual.

Los precios son similares en todos los establecimientos. La tapa va incluida en la consumición, la cual hay para todos los gustos. El corto de cerveza (o el corto de cerveza con gas) cuesta 0´70 céntimos de euro y el corto de vino (blanco, rosado o tinto) 0´60. También hay vinos especializados como los de Toro o los Ribera y el Canei, el Diamante y el Verdejo. Se puede optar por una caña de cerveza o una clara (cerveza con gaseosa o limón) que cuesta 1´20 euros. Asimismo hay "marianicos" de martini (blanco o rosso) que dependiendo del bar pueden ir o no con gaseosa. Los abstemios y los más pequeños de la casa también pueden disfrutar del ritual del tapeo con un mosto. Todo acompañado por tapas realizadas con tiempo y mimo a partes iguales: callos, patatas con almendras, sandwich vegetal, calamares, lacón, chorizo, gambas rebozadas, croquetas, canapés, talento, figón.

En Benavente ya existe más de una ruta: la de Sancti Spiritus, conocida con el sobrenombre de "la ruta del Elefante" es la más conocida, pero también existen otras como la de la calle de las Eras o la zona de la avenida del Ferial. También se trata de una costumbre que se repite (aunque en menor escala) en los municipios de alrededor.

Varios de los veraneantes consultados por este periódico señalan que «esto no lo podemos hacer en los lugares donde trabajamos, porque el ritmo de vida es otro. Así que cuando venimos aprovechamos». También sirve de excusa de reunión para los amigos, momentos que aprovechan para hablar y pasar un buen rato.