La Diputación Provincial de Zamora se ha visto abocada a modificar el proyecto de construcción del nuevo puente de la Ventosa después de detectarse una corriente de agua a catorce metros de profundidad que hace inviable la instalación de pilotes. La corriente fue descubierta porque el hormigón no fraguaba y se diluía al contacto con el agua. La empresa concesionaria había iniciado sin problemas los trabajos de perforación y la instalación de los pilotes en los dos extremos del puente, pero al acometer la misma tarea en el centro del cauce se encontró con este problema.

El área de Obras de la institución provincial informó ayer que ante el contratiempo se encargaron sondeos del cauce en los lugares donde está prevista la colocación de las nuevas pilastras. Las muestras fueron enviadas al laboratorio hace algunas semanas y los análisis realizados han recomendado utilizar pilotes de mayor diámetro, 1.200 milímetros, y de entre treinta y treinta y cinco metros de profundidad. De esta forma se pretende sortear la corriente y garantizar la fijación adecuada en el subsuelo del lecho del río.

Además, con el objeto de evitar que el problema se reproduzca y pese a la longitud recomendada para los nuevos pilotes, estos serán reforzados con camisas de acero hasta los dieciocho metros de profundidad. De esta forma se busca sortear la bolsa de agua garantizando a la vez que el hormigón inyectado fraguará sin mayores contratiempos en el subsuelo.

Tanto los pilotes como las camisas de acero han sido encargadas a empresas especializadas. El diputado de Obras, Pablo Rubio, explicó que el material tardará en llegar entre veinte y veinticinco días. Aunque debido a este problema las obras llevan paradas algunas semanas, la crecida del río Órbigo hubiera impedido continuar con los trabajos de manera normal. De hecho, las máquinas que se estaban utilizando tuvieron que ponerse a resguardo ante el aumento del nivel del cauce.

No obstante, señaló Rubio, la dirección de obra tiene previsto pedir a la empresa adjudicataria que mientras llega el material necesario y si la climatología no lo impide se inicien otras tareas para ganar tiempo. Los ayuntamientos afectados han sido informados del contratiempo.

Por otra parte, la crecida del Órbigo ha cegado con vegetación dos de los ojos del viejo puente. La Diputación estudia comunicar el hecho a la Confederación Hidrográfica del Duero para despejarlos y evitar que el tapón siga creciendo y que el caudal del Órbigo se represe en esos puntos concretos.

La Diputación no conoce todavía la cuantía de los cambios que van a introducirse

El coste del modificado del proyecto del viaducto no está aún cuantificado aunque se prevé elevado. No obstante, la variación de la longitud de los pilotes no alterará en teoría la configuración del resto de la actuación. El proyecto consiste en la mejora de la carretera ZA-P-2544, en el tramo comprendido entre el Puente de la Ventosa y Santa Colomba de las Monjas, con una longitud de dos kilómetros y medio.

La sustitución del viejo puente por el nuevo, aguas abajo, viene marcada por el cambio de rasante que se origina en el tramo entre el puente actual y el término de Santa Colomba para evitar las inundaciones que frecuentemente sufre la carretera, así como por la escasa capacidad de desagüe que presenta la estructura actual. La sección de la calzada nueva estará formada por dos carriles de 2,75 metros y arcenes de 0,25 metros pavimentados.

El nuevo Puente de la Ventosa tendrá una longitud de 140 metros con 5 vanos de 28 metros cada uno de ellos. El tablero tendrá una ancho total de 10 metros, para que además de la sección de calzada propuesta en toda la carretera, se construyan aceras en ambos lados.