Florentino Mangas y Rafael Sánchez Olea, presidente y director gerente, respectivamente, de Cobadú han recogido, en nombre de la cooperativa, el Premio Cristóbal de la Puerta concedido a la entidad asociativa por Editorial Agrícola en reconocimiento "a su contribución al cooperativismo agrario y por su fuerte compromiso con el sector agropecuario, especialmente con los agricultores y ganaderos que la integran".

Los Premios Editorial Agrícola son un referente nacional que reconocen el esfuerzo de entidades y personas para hacer avanzar la agricultura y la ganadería españolas. Desde su escritura de constitución en 1928 esta entidad tiene como objetivo difundir y propagar los conocimientos y progresos agropecuarios y cooperar al desarrollo de todos aquellos trabajos que tiendan al engrandecimiento de la agricultura y la ganadería.

En 2001, la Editorial Agrícola creó el Premio Cristóbal de la Puerta con el objetivo de difundir trabajos prácticos de interés sobre un tema concreto de ganadería. Reconoce procesos de investigación e innovación que sirvan para una mejora objetiva del sector.

El Espacio Bertelsmann de Madrid acogió el I Foro Innagrotables, organizado por Editorial Agrícola, en colaboración con el Foro Interalimentario, y patrocinado por Reale Seguros y Massey Ferguson España. Durante su celebración se llevó a cabo la entrega de los Premios Editorial Agrícola. El acto fue conducido por el periodista agroalimentario Jorge Jaramillo y por Jesús López Colmenarejo, directo ejecutivo de Editorial Agrícola. La apertura de la gala contó con un invitado de honor, el exjugador de baloncesto Juan Antonio Corbalán.

Tras la ponencia inaugural se dio paso a las mesas de debate que giraron en torno a la innovación agroalimentaria. En una de las mesas participaron Rafael Sánchez Olea, gerente de Cobadú, Victoria Gilabert, responsable comercial de Verdiofresh y Daniel Díaz Quesada, ingeniero de Massey Ferguson.

Rafael Sánchez Olea hizo un repaso de la actividad de la cooperativa, que en su amplia trayectoria no solo ha conseguido diversificarse y convertirse en un referente para sus socios, "sino ser la abanderada de sus valores: calidad, confianza, cercanía y estabilidad".

La cooperativa Cobadú se ha convertido en símbolo de buen hacer en la provincia. El campo zamorano está tocado de ala y, sin embargo, Cobadú ha ido a más (en la última década ha crecido a una media de un 10% anual y el último ejercicio, el de 2017, aunque aún no se han hecho públicos los datos, podría incluso superar estas cifras, con una facturación que, seguramente, se acercará a los 300 millones de euros).

El último ejercicio aprobado en asamblea, el de 2016, tuvo un carácter "histórico" por los datos. Con una facturación de 272 millones de euros, 452 nuevas incorporaciones que sitúan en 10.000 el número de socios y unas inversiones de 6,5 millones de euros, Cobadú cerró un año "extraordinario".

La inversión de 6,5 millones se ha destinado principalmente a la compra de parcelas en la zona central de Cobadú, donde, lo antes posible, se pondrá en marcha el gran proyecto estrella de la entidad, un área de servicios que se construirá junto a la fábrica actual, en el término municipal de Arcenillas.

Entre las actuaciones programadas se encuentra una segunda deshidratadora en la zona central de la cooperativa para cubrir la demanda de alfalfa. Igualmente está prevista la reforma de la fábrica 2 (F2) para adaptarla al moderno sistema implantado en la llamada fábrica 3 (F3), que entró en funcionamiento en 2016, siendo la torre de fabricación más grande de España. Este complejo está dotado con la más alta tecnología en la fabricación de piensos y mezclas para vacuno de carne y leche, porcino y ovino, además de nuevas líneas de fabricación para cunicultura y avicultura, ampliando la gama de productos ofrecidos a los socios.