Las conclusiones de la última reunión del consejero de Medio Ambiente con el director general de Medio Ambiente de la UE, Daniel Calleja, no han convencido a la Alianza UPA-COAG, que ha lamentado la "tibieza" de la Junta a la hora de hablar del control del lobo.

La Alianza se muestra decepcionada tras la confirmación del consejero de Medio Ambiente de que no habrá caza de lobos al sur del Duero, "y sin embargo sí se adoptarán medidas preventivas y buenas prácticas para reducir ataques".

Consideran una "falta de respeto" que se ponga "en el disparadero una vez más a los ganaderos hablando de imponer buenas prácticas porque delatan una supuesta culpabilidad hacia quienes son precisamente las víctimas de los ataques de esta especie salvaje".

La Alianza UPA-COAG considera "sorprendente que con la dinámica actual de daños económicos con cientos de ataques de lobos y pérdidas de miles de cabezas de ganado al año sin embargo se ponga en duda que el problema va a continuar a corto, medio y largo plazo". Y muestra la "enorme preocupación por los datos cada vez más concluyentes del incremento de los daños al norte y al sur del Duero".

Cerca de 2.000 ataques

Ante todo ello, la organización advierte de que no se va a mantener cruzada de brazos, "y al igual que los tribunales nos han dado la razón en otros momentos cuando han dictaminado que los ataques de lobos al sur del Duero debían ser indemnizados por parte del Gobierno regional, seguiremos manteniendo toda nuestra firmeza para defender a los ganaderos".

Por su parte, la organización agraria Asaja lamenta que Bruselas "celebre" como positivo el incremento de los censos de lobos en Castilla y León, "sin tener en cuenta los problemas que padecen los ganaderos". No en vano, recuerda, que el depredador "cada vez amplía más su presencia más allá de las zonas loberas, e irrumpe en áreas de ganadería de extensivo tradicional, haciendo imposible el manejo y dejando a la poca población que vive en esos pueblos sin su medio de vida". Asaja apuntó que los ganaderos son los primeros que toman precauciones y medidas preventivas, pero eso no impide que cada año se produzcan cerca de 2.000 ataques a la ganadería".