Agricultores y ganaderos, miembros de UPA y de COAG, se concentraban ayer a las puertas de la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora para reclamar al Gobierno regional una prórroga de tres años en la aplicación del Real Decreto redactado por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que entró en vigor el pasado 1 de enero imponiendo grandes cambios y restricciones en la aplicación de purines y estiércol en el suelo agrario.

La nueva ley prohíbe el uso de abanicos o cañones para esparcir el purín, y en el caso del estiércol sólido obliga a enterrarlo en el menor plazo posible, "no sabemos qué quiere decir el menor plazo posible, pero creemos que contradice el mínimo laboreo y la siembra directa que quieren fomentar", explicaba el presidente provincial de COAG, Lorenzo Rivera, durante la concentración. El lider sindical criticó que la ministra haya impuesto estos cambios "en un plazo de dos meses, sin consultar a los profesionales del campo", y su homólogo de UPA, Aurelio González, que la redacción del Real Decreto "no dice cuál es el sistema válido, lo deja en el aire, y mucho nos tememos que quede en blanco porque el Ministerio lo que nos ha dicho a La Alianza por la Unidad del Campo es que las Comunidades Autónomas tienen potestad para hacer una reglamentación al uso".

Por eso su mirada ahora se dirige hacia el Gobierno autonómico, que es quien tiene en su mano evitar los grandes perjuicios que estas restricciones pueden ocasionar tanto a los ganaderos como a los agricultores que utilizan el abono que estos producen. En primer lugar, le piden que determinen cuáles van a ser los nuevos sistemas válidos y plazos para la aplicación de purines y estiércol, pues de no cumplir la ley "los agricultores pueden tener problemas con la PAC", recuerda Lorenzo Rivera.

En segundo lugar, tal y como explica Aurelio González, "si, como sospechamos, tenemos que inyectar, necesitaremos cisternas adaptadas que valen entre 50.000 y 60.0000 euros, una inversión muy fuerte para cualquier ganadero. La mayoría de las que tienen actualmente los profesionales son demasiado grandes para los tractores, no le van a valer para inyectar, y tienen que cambiar el tractor o la cuba". Por ese motivo, además de la prórroga de tres años La Alianza por la Unidad del Campo solicita a la Consejería de Agricultura y Ganadería una línea de ayudas para adaptar la maquinaria o adquirirla nueva.

La organización agraria ha planteado estas cuestiones tanto al Ministerio como a la Administración regional en los consejos agrarios, y no han obtenido respuesta. Por eso ayer se manifestaban y entregaban al delegado territorial de la Junta en Zamora, Alberto Castro, una carta con sus preocupaciones y demandas, que previamente habían hecho llegar a la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos. La Alianza llevó a cabo manifestaciones similares a la de Zamora en Burgos, Palencia, Salamanca y Segovia.