Ahí va el titular: 331 pueblos de Castilla y León se sumarán en 2018 a la conexión a Internet por banda ancha. Y el subtítulo: La iniciativa sirve para poner en marcha 24 proyectos, lo que supone que un 10% de la población rural de la región tendrá acceso a conexión ultrarrápida. Y la pregunta: ¿De esos 331 pueblos castellano-leoneses que se beneficiarán del servicio, cuántos son de Zamora? Y la respuesta: Solo seis, entre ellos Morales del Vino, los demás no se especifican. Más dudas: ¿Por qué Zamora es la provincia de Castilla y León que menos pueblos tiene en esa lista de beneficiarios de ese programa de ayudas convocadas por la Junta de Castilla y León y el Gobierno Central, que en su conjunto está dotado con más de 13 millones de euros? Más respuestas vagas: No se sabe, nadie lo ha explicado, en Zamora se cree que esta provincia ya se da por perdida, por agotada, que alguien ha decidido convertirla en reserva natural, para luchar contra el cambio climático en la Meseta Norte. Otra pregunta con mala leche: ¿Y por qué los zamoranos no dicen ni pío, no protestan, no se quejan, van a votar como los que más y siguen cumpliendo religiosamente con sus obligaciones tributarias? Respuesta: No se sabe, dicen en el panel del perfil de los pueblos de España que son así, sufridos, estoicos, que tragan todo lo que le echen con tal de mantenerse como están, que tienen asumido su destino, que los jóvenes no quieren quedarse a vivir en Zamora, lo que ya ha situado a la provincia en la cola de la lista de nacimientos de España...

P.D. Esto no lo podría haber escrito nadie que no fuera zamorano. Ya saben, por el pesimismo que rezumamos. Somos así: incapaces de ver más allá de la niebla. Vivimos cada día como si nunca nos tuviéramos que morir. El castigo divino es este: la eternidad disuelta en un vaso de leche.