5,8 toneladas del veneno bromadiolona se distribuyeron el pasado año en la provincia de Zamora para luchar contra el topillo, concretamente en la comarca agraria de Campos-Pan y, posteriormente, también en la de Benavente y Los Valles, hacia donde avanzaba la plaga, según datos de la Junta de Castilla y León a los que ha tenido acceso la agencia Efe.

Esta cantidad supone el 30% del total el producto empleado en la región (19,1 toneladas) en este periodo. Zamora se situaría así como la segunda provincia en la que se distribuyó más veneno, solo por detrás de Palencia, con 7,6 toneladas utilizadas.

La plaga se declaró hace casi un año en siete de las 59 comarcas agrarias de la Comunidad, pero finalmente el veneno se acabó aplicando en 15 comarcas ante su expansión. Fue el pasado 1 de diciembre de 2016 cuando la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, anunció la declaración de la nueva plaga en las comarcas de Campos (Palencia), Pisuerga (Burgos), Esla-Campos y Sahagún (León), Tierra de Campos (Valladolid), Campos-Pan (Zamora) y Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). En aquel momento la consejera expresó que esta plaga no tenía "nada que ver" con la vivida en Castilla y León en 2007, pero que como medida de prevención a una sobrepoblación de topillo (microtus arvalis) era necesario desplegar el uso de veneno y otras medidas como la quema controlada de rastrojo.

En una contestación a una pregunta parlamentaria planteada por procuradores socialistas y a la que ha tenido acceso la agencia Efe, la consejera detalla que finalmente fueron 15 las comarcas agrarias en las que se autorizó el uso de veneno y la quema de cubierta vegetal, al sumarse a las siete iniciales las de Arévalo-Madrigal (Ávila), Cerrato y Saldaña-Valdavia (Palencia), Salamanca, Cuéllar (Segovia), Centro y Sur (Valladolid) y Benavente y Los Valles (Zamora).

En total, el veneno fue distribuido en 104 municipios, 19 de ellos de la provincia de Zamora, y también 35 de Palencia, 22 de Valladolid, 18 de Salamanca, seis de Burgos, dos de León y dos de Ávila.

En cuanto al número de municipios en los que la Junta de Castilla y León autorizó la realización de quemas controladas de cubierta vegetal fue de 222 pueblos de las mismas siete provincias de la Comunidad, 21 de ellos en la provincia de Zamora.

En su contestación, la consejera ha indicado que "hasta el momento actual" -se refiere a finales de agosto que es cuando firmó la contestación publicada ahora por el Boletín Oficial de las Cortes- "no se tiene constancia de ninguna denuncia por el incumplimiento de las normas de control fitosanitario".

Precisamente a raíz de una demanda de grupos ecologistas planteada, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León dictó una resolución que avala las medidas contra la plaga de topillos declarada por la Junta. En aquel momento, tres meses después de la declaración de la plaga, la consejera atribuyó a las "presiones judiciales" de los grupos ecologistas sobre los ayuntamientos y agricultores la falta de control de la sobrepoblación de roedores. Las asociaciones ecologistas que integran el denominado Programa Antídoto negaron entonces que realizaran "presiones judiciales" contra el uso de venenos por la plaga de topillos en Castilla y León y acusaron a la Junta de utilizar el stock acumulado de 2013.