Continúa la campaña de la remolacha en los cultivos toresanos, la fábrica de Azucarera ha recibido casi 140.000 toneladas de raíz, con una polarización del 18,06% según los datos ofrecidos por la propia industria. Según los propios cultivadores el año no está siendo como esperaban, porque el otoño no ha traído las ansiadas lluvias y las temperaturas se han mantenido altas desde que comenzara la estación estival. La ausencia de agua ha repercutido seriamente en los kilos de remolacha producido por las tierras de labranza. Las más afectadas han sido, sin duda alguna, las 900 hectáreas dependientes del riego por canal y cuyo suministro está cortado desde el mes de julio, por lo que el florecimiento ha sido mínimo. A pesar de esta situación, Fernando García que "la riqueza está siendo buena, pero que nos están fallando los kilos".

Aquellos labradores que han tenido la oportunidad de regar algo más tampoco han encontrado la panacea, ya que la inversión en agua se suma a los otros muchos gastos que conlleva la labor agrícola. Para más inri, esta alternativa no ha sido muy provechosa, pues las altas temperaturas han minimizado el efecto positivo de ese plus de agua en la remolacha.

De momento no hay previsiones oficiales sobre el porcentaje de pérdidas que van a acumular el campo toresano respecto a campañas pretéritas, pero el responsable de COAG en el sector afirma que van a ser "muchísimas" como consecuencia de la meteorología. A los designios del tiempo hay que sumarle el descuento de la corona de la planta. La corona es la parte de arriba de la planta que por bajo contenido en azúcar no se incluye en el pago final que Azucarera realiza a los agricultores. No obstante, parece que este nulo contenido en azúcar es cosa del pasado y que ahora esa parte del cultivo posee "un azúcar muy importante", señala Fernando García. El responsable de COAG denuncia que Azucarera no accede a incluir esta parte de la planta en el pago final: "Lo llevamos en balde, porque se aprovechan del porte y del azúcar que posee esa parte de la remolacha". En palabras de García esta situación se da porque "los que toman las decisiones están en Madrid, lejos del campo y no tienen ni idea de cómo funciona esto, solo entienden de ganar dinero".

Según las estimaciones de García, para que los agricultores consigan obtener beneficios esta temporada deberán alcanzar cosechas de unas 110 toneladas, suma a la que "seguro no llegarán todos". Esta cifra tampoco le reportará una suculenta suma pecuniaria, sino que les servirá "para cubrir gastos y obtener un pequeño beneficio", aclara Fernando García.