El operativo autonómico de vigilancia, prevención y extinción de incendios para la campaña estival en Castilla y León contará con 4.350 efectivos, 116 más que el pasado año, según señaló ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en la presentación del dispositivo. Avanzó que se espera una campaña "difícil", que hará complicado el control de los fuegos y evitar su reproducción.

A este verano complicado le preceden un invierno y primavera con una alta siniestralidad, que con 1.492 incendios registrados en Castilla y León y 2.420 hectáreas afectadas supone un 119 por ciento más que la medida del decenio, destacando un mes de abril de los más secos desde que se recogen los datos. Cabe recordar que el pasado 8 de junio se declaró nivel medio de riesgo de incendios en la Comunidad.

Suárez-Quiñones compareció en el Centro del Fuego de León acompañado de ocho delegados y un secretario territorial para ofrecer los detalles operativo, al que se destinan cinco millones más que el pasado año y que está integrado por 2.437 trabajadores públicos de la Junta,1.114 ingenieros, agentes medioambientales y forestales y celadores que dirigen el operativo, 1.323 trabajadores de centros de mandos, torres de vigilancia y autobombas y 1.913 contratados a través de empresas (467 trabajadores de cuadrillas helitransportadas, 1.223 profesionales de cuadrillas terrestres, dedicadas a tratamientos selvícolas, extinción y patrullaje, y 223 en tripulaciones de medios aéreos (aviones y helicópteros) y maquinaria pesada). Además, se contará con la colaboración de los efectivos de los medios del Estado, helicópteros, aviones desplegados en la Comunidad por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), la Guardia Civil y los miembros de la UME.

La Junta cuenta, coordinados por los nueve Centros de Mando Provinciales y el Centro Autonómico de Mando, con 31 medios aéreos -26 helicópteros y cinco aviones- propios y del Mapama ubicados en la Comunidad, 201 puestos de vigilancia y cámaras, instaladas en Zamora y Soria, 192 autobombas, 124 pick-up, 188 cuadrillas terrestres y helitransportadas y 26 buldózer. Los medios aumentan con la incorporación de más medios nocturnos, tres cuadrillas, dos de ellas nocturnas, y otras seis autobombas. El consejero también destacó el incremento de las horas de parada de las cuadrillas de tierra para mejorar su actuación en prevención y extinción y ha subido el número de meses anuales de prestación de helicópteros, alcanzando los 116 meses anuales de prestación. Asimismo, se ha incrementado la prestación de los buldócer a todo el año en las zonas de mayor siniestralidad.

Nuevas tecnologías

Castilla y León contará en esta campaña con una aeronave no tripulada RPA (Remotely Piloted Aircraft) para las labores de vigilancia, observación y apoyo a la extinción a través de un convenio que se firma, este mismo mes, con el Ministerio de Defensa, que centrará su labor en la comarca del Bierzo. Además, con base en Rabanal del Camino (León), se habilita un dron con toma de imágenes nocturnas de los incendios contratado por el Mapama y una nueva aeronave de coordinación de medios aéreos y toma de imágenes también del Ministerio se ubicará en Rosinos de la Requejada (Zamora). Suárez-Quiñones incidió en los efectos "preventivo y disuasorio" de estos elementos.

Los agentes medioambientales, celadores y técnicos de guardia dispondrán de un "smartphone" con aplicaciones incorporadas que redundan en su seguridad y mejoren el control de medios y recursos en el incendio, y permiten el intercambio de imágenes, archivos e información meteorológica instantánea, además de permitir que estén localizados en todo momento, al igual que el resto de medios materiales.

El consejero remarcó que no se pueden evitar "pero si reducir los incendios" e hizo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana, además de recordar la importancia de avisar al Servicio de Emergencias cuando se localiza un fuego y para denunciar conductas irresponsables.