El cultivo de legumbres de distintos tipos reduce el impacto de las pestes en los cultivos, afirmó ayer en Roma la experta del centro de investigación Bioversity International Paola de Santis a partir de un estudio realizado en cuatro países. Con ocasión del Año Internacional de las Legumbres, la científica explicó en un foro en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) las conclusiones de una investigación realizada con varias clases de judías a lo largo de 12 años en Marruecos, Ecuador, Uganda y China.

Según detalló, el daño de las pestes fue reducido y los agentes patógenos fueron menores en aquellos cultivos que contaban con diversas variedades de legumbres, mientras que las judías más tradicionales ofrecieron mayor resistencia que las comerciales.

Además, la mezcla aleatoria de legumbres dio mejores resultados que su cultivo alternado en filas, apuntó De Santis, que abogó por facilitar a los pequeños agricultores "semillas disponibles en el momento adecuado y en la cantidad suficiente" para garantizar la producción de alimentos.

Otro responsable de Bioversity International, Richard China, destacó que mezclar las legumbres con otros cultivos puede disminuir la necesidad de usar pesticidas debido a que los hace menos vulnerables a las plagas.

Frente al predominio de cultivos como el maíz, el arroz o el trigo, las legumbres pueden compensar la falta de micronutrientes, proteínas, aminoácidos y vitaminas en la alimentación actual, sobre todo en las comunidades de bajos ingresos.

Bajo el título "Suelos y legumbres: simbiosis para la vida", los expertos reunidos en el foro subrayaron también la contribución de esos alimentos a la fertilidad de los suelos, la absorción de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.