Las decisiones de China para reformar y liberalizar sus políticas de cereales pueden impactar en los precios mundiales y añadir "presión" en los mercados, por una mayor competencia de envíos de ese producto, según un informe difundido ayer por el banco alemán Commerzbank.

En Pekín, China ha anunciado que acabará con sus grandes reservas estatales de maíz y liberará sus precios, además de conceder subsidios a productores nacionales e incentivos a empresas para potenciar la venta del grano producido en el país.

La decisión, anunciada por la agencia oficial China News, podría afectar a algunos de los principales exportadores de cereal a China, como EEUU o Australia, frenar totalmente las importaciones o que el país asiático empiece a exportar maíz.

Commerzbank considera que el alcance de China como importador es "limitado", pero que sus reformas pueden tener efecto en los mercados en un momento generalizado de bajos precios y "récords" de existencias. "En un mercado ampliamente abastecido", según el banco alemán, la pérdida de destino para unos cuantos millones de toneladas basta para añadir "presión" a las cotizaciones mundiales. En los últimos cinco años, ha recordado, las compras de maíz por parte de China han fluctuado entre los 2,5 y los 5,5 millones de toneladas, lo que supone menos del 5 % de las importaciones mundiales. Los precios de ese cereal cotizan a la baja desde hace unos tres años. Además, ha recordado que existen otros factores que pueden incrementar la oferta de maíz como, por ejemplo, la extensión dedicada a ese cultivo en EEUU.