Los regantes de la comarca de Tábara no descartan romper la relación con Azucarera tras la experiencia de las tres últimas campañas en las que los cultivadores de remolacha han firmado contratos con la industria. Si los dos primeros años los resultados fueron satisfactorios para los productores, el balance de la última campaña ha generado descontento entre unos cultivadores que se sienten en manos de la industria, ceñidos a un contrato y sin capacidad de maniobra.

Esta inquietud de los comuneros de la comunidad de regantes "Tierra de Tábara" es la que ha llevado a convocar una asamblea informativa que ha contado con la presencia de Matías Llorente, secretario general de Ugal-UPA, presidente de la cooperativa leonesa Ucogal y de la comunidad de regantes de la margen izquierda del Porma. Llorente trasladó a los cultivadores tabareses la experiencia de la cooperativa. "La industria que se dedique a transformar y hacer azúcar que los agricultores debemos ser protagonistas de nuestros propios cultivos" vino a decir Llorente.

Este representante agrario invitó a los regantes tabareses a explorar otras alternativas para la gestión de los cultivos más allá de los contratos con las industrias, como es el caso de la remolacha con la Azucarera. Y eso es lo que en el fondo buscan los cultivadores zamoranos en un intento de mejorar la rentabilidad de sus explotaciones.

La experiencia de la última campaña remolachera con Azucarera ha sido decepcionante, tanto por los descuentos aplicados como por las condiciones del arranque de raíz que se prolongó hasta principio de 2016 debido a que las lluvias impidieron la entrada de las máquinas. Los cultivadores se muestran especialmente molestos porque habían pedido a la industria que se adelantara el arranque, precisamente para evitar problemas con el agua pero no abrieron la fábrica de La Bañeza hasta el 22 de diciembre. Y a todo ello se suma la imposición de un seguro, con un coste de 50 euros por hectárea, sin previo aviso para los cultivadores.

"Hay inquietud entre la gente y queremos ver otras alternativas" reconoce Javier Jorge, presidente de la comunidad de regantes "Tierra de Tábara". "El primer año con Azucarera fue muy bien, era la novedad, pero a medida que ha pasado el tiempo la balanza se ha ido inclinando hacia la industria".

Alrededor de cuarenta cultivadores de la comarca de Tábara dejaron patentes sus quejas e inquietudes durante la reunión informativa celebrada en Moreruela de Tábara, sede de la comunidad de regantes. Y escucharon las propuestas de Matías Llorente, quien les invitó a integrarse en la cooperativa Ucogal, descartando los contratos con Azucarera. El representante agrario alertó sobre el peligro "monopolizador" de la industria que "intenta manejar todo el cultivo y eso va en detrimento de los agricultores porque sus intereses no son los nuestros; nosotros defendemos que el productor sea el protagonista de su propio cultivo".

En todo caso desde la comunidad de regantes "Tierra de Tábara" precisan que están en una fase informativa sin que se haya tomado ninguna decisión y no descartan más reuniones o contactos con el objetivo de ganar rentabilidad en los cultivos, tanto remolacha como maíz o alfalfa, los más comunes en la zona.