"En el campo la risa va por barrios", espeta, irónico, Andrés Sánchez, agricultor y ganadero zamorano. Su frase tiene que ver con el "funcionamiento" de una actividad económica repleta de ramas "donde nunca todas están sanas". Ahora, desde hace meses -casi años-, los sectores porcino y vacuno de leche las están pasando canutas, trabajando en muchos casos por debajo de los costes de producción. La economía zamorana está acusando la situación "delicada" por la que atraviesan estos dos sectores, debido a la misma causa: el exceso de producción y la merma de la demanda.

Los precios del porcino en España se han situado en torno a los 0,95 euros por kilo vivo, casi 20 céntimos por debajo de los costes de producción que están en 1,15 euros el kilo. Para romper esta situación crítica, que amenaza con cerrar todas las explotaciones, la Comisión Europea ha habilitado ayudas al almacenamiento privado con el fin de acabar con la producción excedentaria. En España ya se han retirado unas 15.000 toneladas.

El porcino en la provincia de Zamora, como en España, ha sufrido en las últimas décadas un gran proceso de transformación, pasando de ser una actividad muy atomizada y dividida en pequeñas granjas a un sector controlado por las grandes empresas de integración.

Zamora llegó a ser en los años ochenta y noventa la provincia española con más producción de lechones. Comercializaba al año casi dos millones de ejemplares. En la actualidad, apenas se venden lechones y tostones. De las más de 5.000 pequeñas explotaciones de antaño se ha pasado a unos cientos de granjas de grandes dimensiones. El sector está en manos de profesionales, empleados de las grandes integradoras del sector.

La crisis del sector tiene que ver con el crecimiento mundial (sobre todo europeo) de los censos en los últimos años. En España se calcula en un 7% desde 2013. Ha influido, sin duda, en la caída de precios el veto a las importaciones de Rusia, además de la merma de la demanda por la crisis económica y financiera.

La situación del vacuno de leche no es mejor. El acuerdo para la estabilidad y sostenibilidad del sector, impulsado por el Ministerio de Agricultura y que se firmó el pasado otoño, sigue sin repercutir en el precio de la leche. El último informe del Fega referido a noviembre pasado constata que en Castilla y León se pagó por litro a los ganaderos 0,316 euros, frente a los 0,315 de octubre y los 0,309 de septiembre, cantidades por debajo de los 0,33-0,34 céntimos que se consideran el umbral de la rentabilidad.

El actual exceso de oferta está provocando que algunas explotaciones, las que están más alejadas de las centrales, estén teniendo "serias" dificultades para vender la producción, lo que las está poniendo al borde de la quiebra.