El desarrollo de la campaña de poda en los viñedos de la Denominación de Origen Toro se encuentra muy avanzado habiéndose completado ya más de un 60% de la totalidad de la misma. Una temporada que comenzó a mediados del pasado mes de noviembre y que los viticultores esperan completar a finales del mes de marzo.

Dicho proceso de laboreo ha tenido que detenerse en algunos terrenos debido a las consecuencias del temporal acaecido en las últimas semanas. Un periodo que ha estado marcado por la elevada cantidad de precipitaciones que como afirma Pablo Domínguez, viticultor de Morales de Toro, "a las viñas le ha venido muy bien para el desarrollo de la planta. Este temporal obliga a ralentizar el desarrollo de la campaña de poda pero le será muy provechoso al cultivo". Una temporada que como incide Domínguez "se encuentra muy adelantada debido a la ausencia de heladas y precipitaciones al comienzo de la misma que permitió que el proceso de poda se realizará de una forma continuada".

Un temporal de lluvias que resulta beneficioso para las viñas dada la tipología del terreno, más arenoso en la superficie y arcilloso en el interior, permitiendo cómo valora el viticultor de Morales de Toro, Andrés Alonso, "que la planta absorba el agua de la cual mantiene parte a modo de reserva. Además, nos encontrábamos en un momento que los viñedos necesitaban agua y estas lluvias han sido muy provechosas para un cultivo que tendría problemas de desarrollo si la sequía acontecida el año anterior se hubiese prolongado". Unas precipitaciones que como incide Alonso "deben situarse cada campaña por encima de los 200 litros para evitar que la viña tenga problemas para realizar un correcto desarrollo".

Así las cosas, los viticultores se muestran contentos por la presencia de precipitaciones que únicamente podría ser perjudicial en el caso de que estas fueran abundantes durante el florecimiento de la planta. Una circunstancia que de producirse conllevaría a realizar diversos tratamientos en las viñas para evitar la aparición de hongos y otras enfermedades originadas por esta situación que podrían originar problemas en la finalización del crecimiento de la misma.

Dicha campaña de poda cuenta con una regulación estimada en función del número de kilos por hectárea y de la tipología de la uva. Una normativa que establece que la variedad de Tinta de Toro se pode un máximo de 6.000 kilos por hectárea. Una cifra que se encuentra estipulada en los 6.900 para el verdejo mientras que los terrenos destinados a la explotación de garnacha y malvasía esta cantidad se sitúa en los 9.000 kilos.

Por otra parte, este proceso de laboreo se realiza, principalmente, en viñas en vaso y en espaldera dejándose las cepas "a dos yemas más la ciega" y "en una o dos yemas más la ciega respectivamente". Una denominación de "ciega" que se aplica a la yema más pegada al tronco, que normalmente no brota.

Un proceso limpieza de las viñas que actualmente se realiza de esta forma para potenciar que el fruto resultante tenga una mayor calidad que se reflejará en los vinos de la DO Toro que salgan posteriormente al mercado.