Cada pueblo-localidad es un universo único, con esquinas y horizontes singulares. La sociedad rural se mueve -todavía- en otra onda y lo que parece cuestión de fe en las ciudades no lo es tanto en los municipios pequeños.

Voy a poner un ejemplo: Villalpando. Y sobre la mesa, un tema candente: la tauromaquia. Los partidos políticos nacionales -los que salen en la televisión- tienen distintas posiciones ideológicas y se supone que en base a eso, marcan sus opiniones generales. Así ocurre con PP y PSOE, por ejemplo. Rajoy dice "sí" a los toros cuando se le pregunta y Sánchez no lo tiene claro; se da por hecho incluso que está en contra -respecto al toro de Vega de Tordesillas ya ha hablado- y que si llega al Gobierno hará todo lo posible por prohibirlos o silenciarlos.

Bueno, pues en Villalpando el PP y el PSOE local acaban de escenificar lo contrario de lo que marcan sus partidos mayores. El PSOE ha propuesto un homenaje a Andrés Vázquez y el PP lo ha rechazado en pleno. No entro en los argumentos de un grupo y de otro, pero choca, ¿o no?

El villalpandino Andrés Vázquez es el mejor torero de siempre de Zamora. Ha marcado impronta y no solo por sus trece salidas a hombros en Las Ventas, la plaza más importante del mundo. También porque hizo escuela y supone un ejemplo de torero hecho a sí mismo. Ahora, cuando su estrella ya declina, se merece todos los reconocimientos posibles.

Pero el diestro villalpandino -que siempre, por cierto, ha hecho patria- tiene un carácter de muchos pistones. Lenguaraz y entrometido, a veces maleducado e incongruente, se ha ganado enemigos -muchos en su profesión- por los cuatro costados. Por eso hay quien no le hará un homenaje nunca. ¿Entienden ahora lo que pasa en Villalpando?