La prevalencia de tuberculosis bovina cayó un 46,6 por ciento en Castilla y León entre los años 2007 y 2014, al pasar del 4,16 al 2,2 por ciento de la ganadería vacuna de la Comunidad en esos siete ejercicios. Eso quiere decir que de cada cien explotaciones, en 97,7 "todos los animales han registrado negatividad en la prueba".

Así lo aseguró ayer el director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, Jorge Llorente, durante su comparecencia ante la comisión de Agricultura en las Cortes, donde informó, a petición del Grupo Socialista, sobre el movimiento de ganado en una explotación con tuberculosis en Salamanca, que costó la apertura de expediente a cinco veterinarios de la unidad de La Fuente de San Esteban.

Descenso en la prevalencia

Este descenso de la prevalencia en Castilla y León es aún mayor, precisamente, en la provincia charra, donde se encuentra el principal número de cabezas de España. El descenso en ella fue del 52 por ciento, al pasar del 5,6 por ciento de 2007 al 2,68 en 2014. Estos resultados, reconocidos y destacados por todos los grupos parlamentarios, se ubicaron por debajo del uno por ciento en Burgos, León, Palencia y Valladolid; mientras que en Andalucía fue del 11,5 por ciento, en Castilla-La Mancha, del 7,21, y en Extremadura, del 4,62 por ciento, una región que ya ha reconocido que este año superará el 10 por ciento.

Llorente ofreció también datos de brucelosis bovina, que entre 2007 y 2014 se redujo un 84 por ciento, al pasar del 1,44 al 023 por ciento (en Salamanca, del 2,34 al 0,02 por ciento).