El incremento de casos positivos de tuberculosis en Extremadura, que ha obligado a sacrificar diez mil vacas, ha generado la alarma de la Alianza Upa-Coag que va a trasladar mañana al director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León la "enorme preocupación" que existe entre los ganaderos de Castilla y León.

Esta medida adoptada por el Gobierno extremeño levanta todas las alarmas en Castilla y León puesto que es continuo el compartimento de actividades ganaderas entre ambas regiones en materia de uso de acuíferos, pastos, movimiento ganadero como la trashumancia, o actividades de compra-venta en mercados ganaderos como el de Salamanca.

Por este motivo, la Alianza va a pedir explicaciones mañana al Gobierno regional sobre las repercusiones que tendrá para el movimiento ganadero de reses de nuestra comunidad autónoma este grave asunto.

En este sentido, recordarán a la Dirección General de Producción Agropecuaria que tenga en cuenta que por primera vez desde una administración, en este caso Junta de Extremadura a través del DOE, se apunta entre los motivos del enorme incremento de casos de positivos del primer semestre del año a los reservorios de animales silvestres relacionados con la actividad cinegética de la caza mayor, especialmente jabalí y ciervo.

Upa-Coag leva denunciando desde hace años que la prevalencia de enfermedades en bovinos, ovinos y caprinos se debe en un grandísimo porcentaje a la enorme presencia de animales silvestres, y sin embargo desde la Administración regional siempre se ha puesto en duda este argumento.