Las buenas temperaturas que han acompañado durante el fin de semana han echado a los viñedos a decenas de vendimiadores en la comarca del Vino, que han aprovechado la bonanza climatológica y la presencia de familiares y amigos, además de los trabajadores contratados por diferentes bodegas para recolectar la uva blanca y tinta "que está riquísima, pero le falta un punto de maduración para dar más grado".

De nueve de la mañana a nueve de la noche las cuadrillas de jornaleros han recorrido diferentes pagos, como los del Fraile o la Calzada en Villanueva de Campeán, afanándose en el corte de racimo por medio de la mano y el corvillo, una herramienta ancestral, "que ya utilizaban mis bisabuelos" y que adopta el mismo diseño en la actualidad y da el mismo servicio.

"Mira que mango tiene éste, lleno de nudos. Pero años y años con él y aquí sigue", enseña con orgullo un viticultor veterano, frente a la misma herramienta nueva de los jornaleros más jóvenes.

Zas- zas, el corvillo avanza sin parar entre las manos de los hábiles trabajadores que repartidos en parejas van cortando los racimos que caen al cesto desde donde los transportan al tractor para vaciarlos en las cajas reglamentarias.

Es mediodía y los grupos de vendimiadores apuran hasta el mediodía cuando paran a comer "A primera hora los riñones duelen menos y rindes más". Cepa a cepa los vendimiadores van limpiando las vides de un fruto que va a parar directamente a los canastos de 22 kilos para transportarlos hasta las cajas colocadas en el remolque del tractor o bien se echan directamente en la lona que protege a los carromatos.

El viaje continúa hasta la báscula, para pesar ya, en el atardecer, el fruto que pasa directamente a la bodega y se echa en la despalilladora, donde comienza el proceso de la transformación de las uvas en vino. Otras se van para fuera, a bodegas de otras provincias, que vienen en busca de una materia prima de confianza. Y los hay también quienes entregan la uva a las alcoholeras, una de las cuales está situada precisamente en Villanueva de Campeán.

En la comarca de Tierra del Vino los vendimiadores forman un grupo heterogéneo, ya que en muchos casos es la familia que aprovecha el fin de semana de descanso laboral, para juntarse, hermanos, primos, abuelos o amigos y apurar la recogida de uva antes de que empeore del tiempo. Pero también existen grupos de procedencia dispar que han sido contratados para llevara a cabo una tarea en la que todos parecen profesionales.

La uva blanca, tan preciada es esta zona de Tierra del Vino, con la malvasía y el verdejo puede alcanzar una graduación entre 11,5 y 12 grados, mientras que en tinto la uva recogida entra en bodega alrededor de 13º o 13,5 grados.

Será a lo largo de esta semana cuando las labores se intensifiquen, especialmente en los productores, pues algunas de las bodegas están a la espera de que cuaje mejor la variedad tempranillo.