La reunión mantenida en el día de ayer por el sector de la remolacha se saldó con la aprobación del adelanto de la cosecha de este año para el próximo 1 de octubre y no a mediados de dicho mes como se realizó el curso pasado.

Una decisión tomada por todas las partes del sector derivada por la circunstancia de que este año hay más remolacha que recoger ya que en anteriores cosechas había menos aforo y menos hectáreas. Además, se ha decidido comenzar la misma antes por la tipología de algunos terrenos en los que es más factible una pronta recogida de la misma. Aún así, este comienzo de campaña prevén los responsables que será de forma pausada generada por el hecho de que la planta de la remolacha pueda aumentar más y se puedan recolectar un número mayor de toneladas próximamente.

De esta forma, la cosecha de la remolacha en Toro abrirá el día de octubre, la de Miranda de Ebro el 14 y la de La Bañeza quedaría prevista su apertura para el próximo mes de noviembre.

En cuanto al aforo de toneladas que se prevé recoger, la fábrica de Toro tiene previsto recolectar un millón de toneladas, la de La Bañeza rondará los 600.000 y en Miranda de Ebro esperan alcanzar 488.000 toneladas.

Así las cosas, el sector espera que la producción sea similar con respecto a la pasada campaña al igual que la polinización de la misma. Unas similitudes que los responsables esperan que también se mantengan en otros aspectos como son los trabajos en los laboratorios o la recepción de la remolacha en las fábricas.

Una cosecha que como valoran desde COAG presenta buenas condiciones aunque puntualizan que si próximamente lloviera y las temperaturas fueran buenas se podría aumentar la cantidad de remolacha a recoger. Una circunstancia que viene marcada por la climatología ya que los meses de otoño son muy importantes para el desarrollo de la remolacha.

A pesar de ello, esta campaña el crecimiento del cultivo ha sido muy bueno para los responsables de CÖAG. Una situación derivada del hecho de que desde el principio se han hecho muy buenas labores a pesar de que el terreno estaba muy seco. Aún así y dado que las temperaturas primaverales fueron buenas permitieron que el crecimiento de la planta a lo largo de los meses fue correcto. De esta forma, la sequía acontecida durante el verano detuvo, en cierta medida, el desarrollo de la misma. Una circunstancia que podrá incidir en la recogida de menos kilos de remolacha aunque la planta cualitativamente haya alcanzado un punto correcto. Una falta de precipitaciones que no ha afectado a la aparición de plagas o enfermedades más alla de las habituales a lo largo de cada campaña.

De esta forma y, a raíz del verano tan seco que ha acontecido, los responsables de la agrupación esperan que en los próximos meses el clima ayude a la planta. En este sentido, los responsables de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos no creen que la sequía influya en exceso sobre el cultivo dado que esta es un producto que se riega por lo que la sequedad influye hasta cierto punto. El problema deriva en que si se mantiene el próximo año y perdemos los depósitos de agua con que regamos habitualmente en caso de que no llueva o nieve. Aun así, en la campaña actual ha habido agua por lo que se espera que para el próximo curso las precipitaciones también hagan su aparición en la justa medida.

Por otra parte, los precios de la remolacha para esta campaña no sufrirán variaciones dado que los precios estaban pactados con anterioridad. Aún así, desde COAG esperan que con la ayuda procedente del Ministerio de Agricultura a través de la PAC que se aplica al cultivo de la remolacha, la ayuda agro ambiental de la Junta de Castilla y León, el suplemento que se aplica en función de la distancia junto con lo que paga la industria esperan que alcance los 40 euros por tonelada.