Bajo el sonido de silbatos, cencerros y petardos, unos 5.000 ganaderos recorrieron ayer las calles de Bruselas para reclamar unos precios "justos". Los profesionales bloquearon con sus tractores el barrio europeo y obligaron a cerrar negocios, debido a la quema de neumáticos y palés a las puertas de la Comisión Europea. También iniciaron una guerra de huevos, paja y petardos contra los policías, en la que resultaron heridos tres agentes. Los manifestantes denuncian el "estrangulamiento" que sufre el sector lácteo.