La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) alertó ayer de los "importantes daños" que está ocasionando una plaga de gardama y heliothis en la remolacha y el maíz y que está empezando a afectar también a cultivos hortícolas como la espinaca, en las provincias de Ávila, sur de Valladolid y Salamanca.

La organización traslada esta situación a la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, para que evalúe y tome las medidas acordes a la evolución del problema, en relación a la posible necesidad de declarar la plaga o "intentar poner los medios para que no se de esta circunstancia".

Valentín García, miembro de la ejecutiva de la UCCL, destacó que se trata de una plaga con un intensidad que "no se había visto antes", donde las altas temperaturas y la escasas precipitaciones han favorecido la proliferación de estos insectos.

Al parecer y siempre según UCCL, las larvas de heliothis han penetrado, en el cultivo del maíz, hasta la mazorca, comiéndose parte de la misma, por lo que los daños que ocasionan son cuantiosos, llegando incluso a mermar la producción entre un 15 y un 30 por ciento dependiendo de si el destino es para maíz dulce o grano. En los cultivos de remolacha, afecta fundamentalmente a la hoja, mermando su crecimiento y tienen especial predilección por los brotes, por lo que los daños en la remolacha también son muy cuantiosos.

Una de las formas para controlar estas dos orugas es a través de insecticidas, pero este año "no están dando los resultados esperados y se están teniendo que repetir la dosis hasta tres veces, y se desconoce si finalmente van a ser efectivos y van a permitir controlar la plaga o no", indica UCCL.