La raza sayaguesa debe el nombre a su cuna, la comarca de Sayago. Declarada como raza en peligro de extinción, la asociación nacional de criadores ha lanzado una apuesta por esta ganadería que, paradójicamente, empieza a tener más predicamento en Europa que en su propia tierra de origen. Ese deseo de "promocionar lo nuestro y darle valor" en palabras de Antonio Domínguez, es lo que ha movido a la Asociación Nacional de la Raza Sayaguesa a impulsar una campaña publicitaria que se hará visible con cuatro llamativos carteles que se colocarán en los pueblos de Luelmo, Villar del Buey, Almeida y otro punto aún por determinar.

Son puntos estratégicos de entrada a la comarca de Sayago, tanto desde Salamanca, Portugal, en la carretera de Fermoselle y falta por determinar la puerta de entrada desde Zamora, bien en Pereruela o Bermillo.

"Bienvenido a la cuna de la raza sayaguesa, el bovino más antiguo de Europa y descendiente directo del Uro (Bos Taurus Primigenius)". Tal es el reclamo con el que se publicita la relevancia de esta ganadería autóctona de la que se conservan alrededor de 1.200 ejemplares, unos 700 en la comarca de Sayago en manos de una quincena de criadores. El resto se distribuyen entre Valladolid, Palencia, León, Ciudad Real, Alicante y Ávila en el territorio nacional; además de los ejemplares que se crían en Holanda, Alemania y Croacia como parte proyecto Taurus que se propone recuperar el uro euroasiático con las razas genéticamente más similares al gran mamífero, entre las que se encuentra la sayaguesa.

Además de la sayaguesa, en la península ibérica participan en el proyecto Taurus otras razas también muy próximas la uro, como la vaca maronesa, de Portugal, o la Vaca Limia, que aún se conserva en algunos puntos de Galicia y que también se encuentran en peligro de extinción.

A través de Taurus se pretenden desarrollar combinaciones genéticas entre los bóvidos más próximos al uro que aún se conservan en diferentes regiones de Europa. "Gracias a esta iniciativa se ha dado más valor a la raza, aunque hayan tenido que venir unos expertos de Europa a decírnoslo, pero nosotros lo que queremos es que progrese en su tierra de origen" manifiesta Antonio Domínguez.

Un objetivo que en los últimos años ha sido complicado debido al recorte de las subvenciones para la ganadería autóctona. "Llevábamos dos años en los que la Junta nos había retirado las ayudas para razas autóctonas y parece que ahora se vuelven a recuperar; eso sin duda es un estímulo porque lamentablemente si un apoyo de las administraciones es difícil mantener estas ganaderías, la viabilidad es complicada".

Antonio Domínguez destaca otras iniciativas que pueden ayudar a impulsar la raza sayaguesa como el marchamo de calidad, un logo similar al aprobado con la alistano-sanabresa "que nos puede ayudar a comercializar mejor la carne, supondrá un plus". En la actualidad el 95% se comercializa a través de la cooperativa Cobadú, aunque algún criador surte directamente a restaurantes que han hecho de la carne de la raza sayaguesa uno de los iconos de su oferta gastronómica. De hecho, las pruebas y catas han demostrado la alta calidad de la carne, muy especialmente la de buey con propiedades gastronómicas de primerísima categoría.