La peligrosa seta silvestre tricholoma josserandii, origen de intoxicaciones masivas por confusión en España, fue descubierta en la mañana del pasado martes en montes de la localidad de Alcorcillo (municipio de Alcañices). Este hallazgo ha llevado a las autoridades y técnicos de Medio Ambiente a extremar las medidas de seguridad en Aliste para evitar su recolección por error y que no termine en las cocinas familiares ni entre en un mercado agroalimentario micológico en pleno auge.

Hasta ahora los expertos sabían de su existencia en el conocido "Monte Terneros" de Sejas (municipio de Rábano), margen izquierda de la carretera Nacional 122, donde fue hallada el pasado año, por primera vez en tierras alistanas, y su extensión es progresiva.

La josserandii es la seta que en el otoño de 2010, procedente de Aliste, se hizo famosa a nivel internacional al causar la intoxicación a 19 comensales en un restaurante de la ciudad de Valencia.

La campaña micológica de otoño va camino de su final tras dos meses de abundantes boletus edulis y amanitas caesareas. El flojear del lactarius deliciosus (níscalos) de los pinos, ya afectado por el agusanado, lleva a los recolectores ahora a centrarse en la tricholoma portentosum, más conocida por los alistanos como la "carbonera", muy abundante, cuyo precio se sitúa entre uno y dos euros por kilo, dependiendo la oferta y la demanda. El problema está en que la josserandii y la portentosum son muy parecidas y ello lleva a la confusión entre los recolectores.

Según manifiestan los agentes de Medio Ambiente de la Comarca Forestal de Aliste "la diferencia entre ambas es mínima, el pie de la tóxica es más largo y cilíndrico y el de la comestible más corto y grueso, pero si al recolectarlas cortamos su pie con la navaja, esa diferencia ya no es visible" e incluso en las plantas y en el mercado podrían darse por buenas.

Otra diferencia inconfundible está en el olor: "Ya que mientras la carbonera tiene un olor típico a hongo, la josserandii tiene un fuerte olor rancio a chinche y fácilmente identificable, siempre y cuando no se esté resfriado".

La problemática situación ha llevado a intensificar la presencia de los agentes de Medio Ambiente en los montes con el objetivo de informar sensibilizar a los recolectores del peligro de la tricholoma josserandii. Así mismo se han dirigido a las plantas micológicas de la zona en Alcañices, Rabanales, San Vitero y Fradellos para que estén muy atentos para evitar que se les cuele alguna josserandii en las partidas de portentosum. Las plantas cuenta con auténticos expertos para evitar confusiones. Entre los recolectores el miedo está haciendo mella y muchos ya se han mentalizado del riesgo y han dejado de recoger estas setas para evitar confusiones y así evitar males mayores, limitándose a recoger los níscalos en los pinares y los últimos boletus de los robledales y jarales. Es necesario extremar las precauciones.