En plena campaña de recogida de remolacha, las buenas expectativas en torno a la campaña azucarera de este año parecen confirmarse. La calidad y la cantidad que se recogerán, según Fernando García, responsable estatal de remolacha de COAG, es aún mayor que la del 2013.

El rendimiento por hectárea superará con creces a la del año pasado. En la campaña anterior se recogieron 600.000 toneladas, y, para este año, ya hay de partida 140.000 toneladas más aforadas, que serán superadas a la hora de la recogida, lo que se prevé que, en la campaña de este año, se sobrepasen las 740.000 toneladas de remolacha que lleguen a la azucarera de Toro. Por tanto, desde COAG auguran que será "un buen año de cosechas en la azucarera de Toro" ya que se calcula que habrá entre diez y quince toneladas más por hectárea -en palabras de García, "seguramente más cerca de quince que de diez"- que el año anterior.

Estas previsiones superan las dadas por la Azucarera, que informó en una mesa de seguimiento la pasada semana que esperaba recoger 568.000 toneladas de remolacha.

La fábrica, que se encuentra ya moliendo, se encuentra con un producto con una calidad en línea con la de otros años, con un correcto nivel de polarización, y con buenos índices de riqueza sacárica, que se encuentra en los 18 grados mientras que el descuento está en nivel 10. Además, el clima de estos últimos días no vendrá mal a la campaña, ya que está siendo un otoño suave y de momento no ha habido heladas que puedan perjudicar al cultivo sino que están incluso mejorando su calidad.

La campaña en la azucarera toresana se inició a mediados del pasado mes de octubre y, solamente en la zona norte, ya se han superado las 154.000 toneladas de remolacha recogidas con unos niveles de riqueza que ya superan los 17,5 grados.

Por otra parte, aún no se conocen más detalles de las ayudas al sector anunciadas hace unos días por la consejera Silvia Clemente, que pedía apostar por este tipo de cultivo.

Este año, los agricultores han recibido solamente una ayuda que se cobra en junio que asciende a tres euros por hectárea. Para la próxima campaña están ya anunciadas unas subvenciones del Ministerio de Agricultura, aún sin cuantía conocida, y se cuenta con las ayudas que se espera que vengan de la Consejería de Agricultura de Castilla y León. Esta última sería una subvención a cinco años que implicaría la obligación de producir cultivo durante ese tiempo.

De momento, a excepción de estas dos ayudas, no se prevé ningún apoyo más de las instituciones. Además, según los responsables del sector, aún está por fijar el precio que pague la azucarera, que será determinante en la siembra y en que se siga manteniendo el cultivo. "A pesar de las ayudas, el precio tiene que garantizar un rendimiento mínimo que compense al cultivador la producción de remolacha", afirma Fernando García.

Ya se está negociando el AMI para cinco años y se prevé que se fije un precio mínimo del producto, pero el proceso de negociación aún no ha comenzado. Aproximadamente, desde COAG calculan que empezaría a ser rentable a partir de los 45 euros. "Siempre es poco, porque el cultivo ya no es lo que era y da menos, pero lleva muchos gastos y un precio a partir de ahí comenzaría a dar beneficios aunque no fuera para tirar cohetes, pero podríamos empezar a hablar de rendimiento", dice García.

"Este año es malo para los precios en todos los cultivos, pero que la campaña sea buena en cuanto a cantidad recogida hace mucho, y como se recogerá un número mayor de toneladas razonables por hectárea el precio sí que traerá beneficios, aunque no todos los que quisiéramos", afirma.

García cree que el precio mínimo no se ha fijado aún "porque la industria siempre estaba acostumbrada a ganar mucho dinero, y creemos que ya es hora de que los cultivadores, que somos el último eslabón de la cadena, comencemos a ver esos beneficios y ganemos algo más".