Aunque parece nuevo, el concepto "slow food" o "comida lenta" tiene solera y comienza a asomar. La tendencia a la que aspira la Diputación de Zamora para varios de sus productos tiene que ver con el consumo responsable de alimentos que destacan por su calidad, la procedencia de las materias primas y el modo de cocinarlas. En cierto modo, la sensibilidad recuerda a la apuesta de la institución provincial por Ecocultura.

La tendencia nació en Italia, a mediados de los años ochenta como respuesta a la "fast food", una forma de alimentación denostada por los expertos en nutrición cuando se practica de forma frecuente. El auge de esta moda ha permitido que esté presente en la actualidad en más de un centenar de países, hoy reconocida como una organización sin ánimo de lucro por la FAO, la rama sobre alimentación de Naciones Unidas.

Mediante este movimiento, se premia aquella producción del sector agroalimentario que tiene en cuenta productos de especial valor y con propiedades particularmente favorables para la salud diaria. En nuestro país existen varias asociaciones que practican esta forma de cocina o consumo. Los locales que llevan a cabo estas prácticas lucen el sello "Restaurante Km. 0" que concede la red internacional Terra Madre. Con la marca se premia la búsqueda de un elevado estándar de calidad, con productos de origen autóctono y en situación de peligro de extinción.