La Asociación Micológica Zamorana -la mayor de la comunidad en número de socios- sostiene que tanto los investigadores como los aficionados son los "grandes perjudicados" por la nueva regulación micológica impulsada por la Junta de Castilla y León dado que prima el "aprovechamiento" y "no tiene en cuenta a las personas que salimos al campo a conocer mejor la variedad micólogica, a fotografiar o a investigar, y no a llenar la cesta". El desencanto del colectivo con la normativa que ha comenzado a desarrollarse en los últimos años en los municipios zamoranos tiene su origen en que la Administración regional "no nos consulta", únicamente "copia" la regulación de otras comunidades y, finalmente, "no nos deja opinar".

Y es que la Junta de Castilla y León, a través del proyecto Myas RC, permite a los municipios zamoranos limitar el acceso a los montes a los vecinos de la localidad y a las personas que previamente obtienen un permiso de pago. "Solo interesa el valor comercial, el regular, el aprovechamiento, el que un ayuntamiento coja un dinero... pero no se tiene en cuenta que yo, por ejemplo, como aficionado o investigador voy a fotografiar", se expresa Augusto Calzada, miembro del colectivo zamorano. "Yo no voy a llenar la cesta para vender", aclara.

Dicha regulación es contradictoria, en opinión de la Asociación Micológica Zamorana. "En Villardeciervos no puedes ir porque todo está pensado para la gente del pueblo aunque, en realidad, lo que propician es que la gente que habitualmente acudimos y dejamos allí un dinero, no tenemos ganas de volver", añade Calzada.

Efectivamente, la perspectiva del proyecto Myas RC es el "aprovechamiento" del recurso micológico. Sin embargo, el negocio de las setas es, a ojos del colectivo que aglutina 240 socios, "pan para hoy y hambre para mañana". Sus miembros creen que lo que perciben los vecinos y los ayuntamientos "son cantidades puntuales, no una renta". Están convencidos de esta realidad porque en la provincia la climatología es irregular y nos deja "un año bueno y dos malos".

Por otro lado, la filosofía del aprovechamiento económico está creando, a juicio de la asociación, una conducta "egoísta". El propio Calzada expone que tiene un carné del proyecto Myas, pero "debes andar con cuidado cuando sales de excursión y dejas allí el coche: te pinchan las ruedas o te rayan el vehículo". El colectivo sostiene que "estoy ha pasado muchas veces" y que "no es ninguna broma". Es el resultado del "todo para mí".

La asociación se queja de que la federación que representa a los colectivos de Castilla y León, la Fancal, se ha reunido con la Junta. "Ha habido reuniones, pero a la larga tus opiniones no cuentan, quedan soslayadas", exponen los socios.